María Gonzalez – Psicología

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Cómo iniciarse en la meditación durante las vacaciones

Descubre algunas pautas de autocuidado para la reducción del estrés y la ansiedad y así disfrutar de una vida más plena y consciente

El verano es uno de los momentos más esperados del año, y la mayoría de nosotros preparamos a conciencia una temporada cargada de planes – todos los que nuestra agenda nos permite-, en la que salimos de fiesta, tardes eternas en la playa, hacemos alguna que otra ruta, practicamos deporte, barbacoas y más cenas con amigos… Sin embargo, pese a todos los planes o viajes que nos puedan surgir, anhelamos profundamente unas vacaciones en las que de verdad podamos desconectar y dedicarnos tiempo a nosotros mismos. Unas de esas en las que puedes permitirte parar y, simplemente, no hacer nada. Y ahí es donde entra en juego la meditación.

Hoy en día la velocidad con la que transcurre todo, la exigencia de la inmediatez constante y el imperio del placer por encima de todo nos alejan de nosotros mismos y del entrenamiento en nuestra propia capacidad de regulación emocional, tan necesaria para transitar este viaje que es la vida, donde, sin lugar a dudas, hay pendientes que subir y tormentas que atravesar. Sin ello nuestra capacidad de disfrute y tolerancia a la frustración cada vez se va mermando más y el vacío y la insatisfacción se apoderan de nuestras vidas.

Cómo iniciarse en la meditación

María González, psicóloga especialista en MBSR en Instituto Centta, argumenta que «la sensación que traen la mayor parte de nuestros pacientes tras las vacaciones es de cansancio y sobre estimulación por la cantidad de planes de ocio y eventos a los que acuden sin casi tener tiempo para estos momentos de quietud tan necesarios».

Por eso, desde Instituto Centta proponen fusionar nuestro estilo mediterráneo de veraneo con una técnica psicológica basada en la evidencia científica para conseguir el objetivo de desconectar realmente y mejorar nuestra salud mental de cara al nuevo curso.

Si bien existen ya programas estandarizados y cursos privados o retiros donde se puede realizar la formación en MBRS, María González da unas pautas para la adaptación de este programa en el periodo vacacional (sin necesidad de tener que invertir una gran cuantía de dinero):

1. Empieza tu mañana con una breve meditación de las que puedes disponer en Apps gratuitas de meditación o en videos de YouTube.

2. Escribe unas líneas en un diario cuando finalices sobre cómo te has sentido y qué ha venido a tu mente. Esto ayudará a potenciar tu autoconciencia y a conocerte más, sobre todo en cuanto a tus necesidades o preocupaciones actuales. Poco a poco verás, según transcurren las semanas, cómo las respuestas y soluciones a las mismas aparecen naturalmente. El gran psicólogo Jung afirmaba: «Su visión se aclarará solamente cuando usted puede mirar en su propio corazón. Quien mira hacia afuera, sueña; quien mira hacia adentro, despierta».

«No estamos hablando de magia, sino de resultados científicamente probados. La reducción del estrés y la ansiedad ayuda a un mayor desarrollo de nuestros procesos atencionales y cognitivos», asegura la psicóloga de Instituto Centta.

3. Para terminar el día, resérvate media hora de tu tiempo para estar en soledad, sin familia ni amigos, y poder realizar una práctica de yoga o ejercicio consciente en el que puedas ayudar a tu cuerpo a eliminar la tensión acumulada del día.

Por ello, la psicóloga anima a «incorporar esta práctica de la rutina diaria de autocuidado en las vacaciones y proseguir con ella a la vuelta a la rutina para mejorar nuestra salud mental y disfrutar así de una vida más plena y consciente».

Para mayor profundización existe el programa de Reducción de Estrés basado en Mindfulness (MBSR). Posee una duración de 8 semanas de clases diarias, cada una de 2 a 3 horas, y un encuentro que dura un día entero. La práctica consiste en instrucciones formales de Mindfulness, yoga y movimientos corporales atentos. Incluye entre 45 minutos y una hora de práctica diaria de meditación y métodos destinados a mejorar la comunicación e intensificar la conciencia de la vida diaria.

Estudios han demostrado cómo tras el entrenamiento de 8 semanas, MBRS mejora la regulación emocional de los participantes, los cuales afirman experimentar menor sensación de desbordamiento debido a la intensidad emocional, así como una menor persistencia de los estados emocionales negativos, siendo más capaces de orientar su comportamiento hacia el fin deseado.

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